martes, 25 de octubre de 2011

SEMANA DE ABUELOS Y NIETOS EN LAS AULAS DE LA TERCERA EDAD.
Ser abuelo es un conocimiento que la vida nos regala, es como un sabor especial que se lleva dentro de nuestro corazón, que nos hace renacer el espíritu del niño que llevamos dentro de nuestro cuerpo.
Cuando despertamos de ciertos recuerdos en los que estamos empapados, llenamos una burbuja que te hace memorizar tiempos de la niñez llenas de coloridos y cosas bonitas que jamás podremos olvidar de lo que disfrutamos en esas edades infantiles en la que nada era imposible de cumplir, saboreando con placer en nuestra alma aquellas frágiles caricias que nuestros padres nos dieron con todo el cariño y amor que nunca podremos olvidar los abuelos.
Los abuelos somos los otros padres, los que cuidamos de nuestros nietos haya o no haya  alguna necesidad.
Por ello el tiempo regresa a nuestra mente ya envejecida y nos convierte en esa niñez queriendo más y más a tus nietos, que en mi caso son cuatro a los que no puedo olvidar.
El ser abuelo casi siempre nos lleva a descubrir cosas nuevas, nos lleva a comprender lo que hemos dejado pasar por alto, son unos dones que llevamos con nosotros que por descuido unas veces o por pereza otras no hemos llegado a valorar suficientemente.
Los abuelos somos casi siempre hábiles para encontrar golosinas en cualquier rincón y hacer sonreír al nieto.Y también para encontrar soluciones a esos problemas de nuestros nietos.
 Y para defenderlos, y para ayudarles, y también a veces para regañarles por algo que hicieron mal. Pero los regaños de los abuelos son diferentes a todos los regaños, porque van acompañados de mucho cariño.
También a veces los abuelos somos unos cascarrabias, y es que la edad no perdona y nos manda males difíciles de superar.
Esto y mucho más es ser abuelo.
                                                       Ricardo Lalinde López.
                                Semana de los abuelos, Logroño, octubre de 2011

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