viernes, 21 de octubre de 2011


SER ÍNTEGRO

  La integridad genera confianza, la confianza genera influencia, la influencia es liderazgo.
  Todo el que anhela ser líder de una empresa, asociación o de un hogar, no puede hacer a un lado la integridad, porque es el poder de la integridad la que genera confianza.
  Un hombre que siempre te va a decir la verdad, una mujer que te pueda mirar a los ojos y contarte las cosas tal como fueron, son personas íntegras.
  La persona íntegra no es una persona que no comete pecados sino quien, cuando los comete, los reconoce.
Integridad no es que cometamos faltas, integridad es que aceptemos y reconozcamos nuestras faltas.
  Quizás alguien pueda decir tus faltas de buena forma y otros de mala forma, pero que al final del día, en la meditación de la noche, con tu cabeza sobre la almohada, puedas decir: “Señor, reconozco mi falta”. ¡Eso se llama integridad!
  Integridad es perfección de carácter, integridad es perfección de vida. Integridad es esa honestidad con la que debes de proceder todo el tiempo.
  Cometemos errores muy a menudo, no los ocultemos, solo hay que corregirlos.
  ¿Sabes por qué ocultamos nuestros errores?
  Por el temor a que nos juzguen, y cuando te juzgan manipulan tu conciencia, y cuando tu conciencia se deja manipular careces de poder para salir adelante y dejar el pecado que cometiste.
  Pero cuando tú no dejas que nadie manipule tu corazón, sino que reconoces tu falta con tu integridad, tú puedes corregir tu camino.
  Cuando tienes integridad debes medir algunas consecuencias de serlo, porque puedes caer en la tentación de dejarlo ser, porque las consecuencias de ser íntegro a nuestros ojos  y a nuestra carne a veces no son tan bonitas ni tan atractivas, pero delante de los ojos de Dios vas a encontrar un sabor y una gracia que te va a sacar adelante.
  Si por íntegro vas a perder tu trabajo, ten la confianza que de ahí Dios te levantará para otro trabajo mucho mejor.
  Si por ser íntegro vas a perder amigos, ten confianza que tendrás mejores amigos que los que tuviste.
  La integridad se nota en las decisiones que nosotros tomamos. Cuando quieras saber que hacer, consulta a la integridad. La gente suele ser poco razonable, lógica y egocéntrica.
  Si eres amable, la gente puede acusarte de abrigar motivos ocultos, egoístas, que tienes algo entre manos.
  Si eres honrado y sincero, puede que algunos te engañen.
  Si tienes éxitos vendrán a ti falsos amigos y amigos buenos.
    ¡Perdona, sé amable y sé honrado y sincero!
  Lo que tantos años te costó construir, alguien lo puede destruir de un día para otro.
  Si hayas la serenidad y la felicidad, siempre habrá quien te tenga envidia.
  El bien que haces hoy, la gente puede olvidarlo mañana.
  ¡Construye, se feliz, haz el bien! ¡De todos modos da al mundo lo mejor de ti mismo!
  Y es que al fin de cuentas todo queda entre tú y Dios, en el fondo no ha sido entre tú y ellos. La integridad tiene un enemigo muy fuerte, es el creer que por que eres íntegro vas a quedar bien con todo el mundo, y no va a ser así necesariamente.
 Sé íntegro y honrado, aunque eso te vuelva vulnerable, de todas maneras..., ¡Sé íntegro!
 Hay gente que triunfa rápidamente por lo que sabe, hay gente que triunfa temporalmente por lo que hace.
  ¡Sólo los íntegros triunfan permanentemente!

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