miércoles, 28 de diciembre de 2011

                       VII
   (Campanas de la iglesia)

  Campanas de la iglesia,
de la iglesia de mi pueblo,
doblad a gloria, no lo hagáis a muerto, 
se elevó soñando a edenes eternos,
se elevó buscando jardines perpetuos.

  Rosal florecido por el sufrimiento,
espigas fulgentes que batiera el cierzo,
linda flor que emite bálsamos intensos,
¡cual luce el alcance de su buen ejemplo!...
La figura amable del hermano muerto.

  Campanas de la iglesia,
de la iglesia de mi pueblo,
noches silenciosas de julio inestrillero,
auras rumorosas, fuentes de estos cerros,
no lloréis su ausencia en sólo un momento...

  ¿No veis como trepa entre las estrellas?...
Un clamor de lirios propaga su cuerpo
y el color angélico es cerco de fuego...
Se rompe el encanto en nubes fragantes
y una dulce voz le dice... ven, ven, amante.   

  Campanas de la iglesia,
de la iglesia de mi pueblo,
doblad a gloria, no lo hagáis a muerto,
se elevó soñando a edenes eternos,
se elevó buscando jardines perpetuos.

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