domingo, 1 de febrero de 2015



VINO Y MÚSICA


Soy una cuba. Me enloquece el vino
refulgencia azul de la primavera
que pone una explosión de borrachera
sobre las entrañas de mi destino.


Mi alma está hecha de ritmo y armonía;
en mi estar todo es melodía y es canto,
desde la elegía y en su triste llanto
hasta el himno triunfal de la sinfonía.

Y no porque mi vigor mi alma pierda
ha de ayudar su ritmo a mi alma loca:
más aún por el arte con que la toca
la cuerda tiembla y se agita por ser cuerda.

Así, cuando la ruda y dura garra
de la guadaña destruya el cuerpo mío,
mi espíritu ya estará allí en el vacío
como esa agitación de la guitarra.


Y de nuevo en el estelar camino
explicará sus afanes de armonía
con el canto de una dulce sinfonía,
o con el alegre trago de un vino.





Logroño, 30 de enero de 2015


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