viernes, 27 de mayo de 2016

RECORDANDO A CAFRUNES


Cuando Ricardo regala
la caridad de sus versos,
cuando el Alhama me lleva
a disfrutar los excesos ,
su elocuencia me cautiva
con la realidad de su son
recordando los modales
de la buena educación.

Hierbabuena del Alhama,
cariño, ternura y pasión.
Hierbabuena del Alhama,
respeto, amor y devoción.

Observándote me llegan
inquietud y exaltación,
observándote me llegan
espasmos y perturbación,
repletándose en mi entraña
esperanza y convicción.

Satanás sigue despierto
como Dios en su aposento. .
El uno no se está quieto
el otro lo permite to.

Hoy canto con la esperanza
y denuncio al salteador.
Soy principios de firmeza
trovador del Gran Señor,
verdad de todos los seres,
ausencias que suspiro yo.


Permaneceré en la pelea
por comprender la razón,
y tengo presente la idea
de buscarle solución:
la arrogancia es la obstinada
de la humana situación,
quiere estar en las alturas...,
pero allí..., allí, debo estar yo.

Se me subieron las fiebres
el licor me confundió.
No suavizaron mis sienes
las esponjitas de alcohol,
ni adormilaron tormentos...,
ahora grita el corazón,
beberé hasta que calle
o terminar con el licor.

Siempre escuché a Cafrunes,
lo hice con justa razón,
fue siempre bien de cabales
cabal, amor y compasión.




Logroño, 27 de mayo de 2016

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