domingo, 22 de septiembre de 2019

LA FATIGA

No baste mi daño si he de fatigarme,
sin que él igualmente me de algún tormento.
Yo estaba conmigo mismo en un buen asiento,
para cuando el escozor quisiera llegarme.

No podía estar esperando para ayudarme,
y, la mala costumbre de mi pensamiento
llevó todas mis penas al contentamiento,
o a cosa que bastara para contentarme.

Dificulta en mi el amor de tan bajo estado,
dándome el placer de alguna que otra visita
por la cual se mezclara todo mi cuidado

y todo el mal en el que estaba concentrado
con el devenir del tiempo se me ausenta,
y todo mi reino vuelve a ser levantado.


Logroño, 21 de septiembre de 2019

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