viernes, 22 de junio de 2012

          ODA XX

      ( Recuerdos de la infancia )

Un claro y cristalino río
con plácidas ondulaciones
por entre juncos y  flores
se desliza a su albedrío,                           

como en mi sencillo estado      
los años perseguidos
entre alegres alborotos
cual sueño han sucumbido.

Mil veces estos sueños
examino embelesado,
sintiéndome atrapado
por seductores engaños.

Donde rondé  mis bufos
con  alegres amigos,
en bailes y pasatiempos,
en banquetes y delirios;

las risas y los placeres
fueron los dulces deleites       
de este poeta, y a veces
como Baco los frenesíes;

ensueños engañosos,
y deslumbrantes castillos
en el viento construidos, 
y por el viento abatidos.


Aquí entre hojosos caminos
mil encantos y hechizos,
reposan espantadizos
en los lugares sombríos;

más allá están floridos
los olorosos cerezos,
el recato y los deseos
revueltos con los suspiros;

y allí en lo más baldío
donde va curvándose el río,
brinda entre su plantío 
todo un grato desafío. 

Con ambiciosa mirada        
su alegre discurrir sigo, 
y del engañador amigo   
tomo su mezcla alocada.   

Voy a saciarme, y siento 
que súbitamente mi oído
se lamenta resentido
con el más amoroso grito:

“¿ Adónde vas, majadero,
con tan ciego desacierto?
no ves que arrastrándose lento
finge un juego traicionero?”


¡Domina tan loco empeño  
de ese imperioso fulgor
que aún te embruja soñador
y te sumergirá en el infierno!

De tus felices años
pasaron los días floridos,
y lo que fueron hechizos,       
hoy se trocaron en vicios.

Ya eres hombre con empeño,
disimula  arrepentido
con virtud y sin quejido
los dislates de  aquel niño”.

Yo consiento, y del lugar
temblando me voy en pos;      
mas vueltos a él los ojos  
aún apenado debo explicar:   

“¿Por qué, sabia naturaleza,             
si el caer es mi destino,                 
tan áspero hiciste el camino 
y tan suave la aspereza?

¡Felices jóvenes fuimos,
cuyo innegable instinto 
jamás su paso apartó,
jamás fuimos dañinos!”  


Inestrillas, 16 de agosto de 2010

(De mi libro "Cantos al Amanecer")









              


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