jueves, 3 de enero de 2013


    SABOR A TIERRA

Un concierto de arados y azadas
y un penetrante olor a semillas,
labrar la tierra a grandes zancadas      
y pensar en julio dorado por ellas.    

Gotas de sudor corren por su frente,
mil sonrisas  pone en los trigales; 
el corazón henchido de ilusiones
toda una vida luchando sin límite.

Un guerrero de la tierra sin freno,
por el sol el agua y el frío torturado
en los campos sembrados de centeno.

Un lenguaje rudo y algo huraño
por los días agarrado al arado;
¿nos llegará la cosecha este año?.

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