“Todo
pasa, todo queda, pero lo nuestro es pasar…” así
lo escribiera el poeta.
Estimado
Tomás:
“Han
pasado diecisiete
años desde que le recibimos en
esta parroquia inestrillera de
la Natividad,
y
llega la hora de la despedida… Está
claro que en esta vida terrenal “todo empieza y todo acaba”, que
la vida, nuestra vida, está hecha de finales y comienzos , muchos a
lo largo de ella y hoy es uno de esos finales…, que
pronto
será un nuevo comienzo.
Hoy hemos querido hacerle este pequeño detalle para que, cuando lo vea, recuerde que en Inestrillas tiene un montón de amigos en “su Iglesia”, amigos que no le van a olvidar.
Pero no queremos que nos recuerde con “nostalgia”, porque la nostalgia ata al pasado y enturbia el presente y el futuro; queremos que nos recuerde con cariño, como nosotros a usted, con un corazón grande en el que cabe pasado, presente y futuro… y…, nunca se llena.
Hoy hemos querido hacerle este pequeño detalle para que, cuando lo vea, recuerde que en Inestrillas tiene un montón de amigos en “su Iglesia”, amigos que no le van a olvidar.
Pero no queremos que nos recuerde con “nostalgia”, porque la nostalgia ata al pasado y enturbia el presente y el futuro; queremos que nos recuerde con cariño, como nosotros a usted, con un corazón grande en el que cabe pasado, presente y futuro… y…, nunca se llena.
Es
verdad que las despedidas siempre las hemos considerado como algo
tristes,
porque las miramos desde el ángulo de lo que hemos perdido en lugar
de hacerlo desde lo que hemos ganado: un amigo que se va, pero que
se queda en nosotros.
Cada vez que llega una despedida, se deja un trocito de corazón, pero de un corazón que es tan grande que jamas se termina y siempre queda abierto a los que nos quedamos, pues también se nos va con usted un trozo de nuestro corazón… han sido 17 años y el “roce” hace amistad y más cuando ese roce es con una gran persona como lo es usted. Pero nos tiene que quedar también corazón para abrirlo a quien venga a sustituirle, es lo justo… La iglesia no es un sacerdote, la Iglesia es mucho mas y eso jamás podemos perderlo de vista; lo tenemos que tener en cuenta ya, y muy especialmente desde este momento, para ofrecer toda nuestra ayuda al próximo párroco que, seguro que viene lleno de ilusiones y de proyectos a relevarle, todo en nombre de quien todo lo mueve, nuestro DIOS.
Muchas
gracias D. Tomás
por estos diecisiete
años de su vida que nos ha dedicado, que nos ha regalado, y sepa que
siempre, siempre, en Inestrillas,
estoy seguro que en cualquiera de nuestros hogares, habrá un lugar
reservado para usted.”
Gracias
por todo lo que nos ha dado y que la Virgen del Prado y Jesús
nuestro Dios lo proteja siempre. Amen
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