domingo, 5 de febrero de 2012



A LA MEJOR PROFESORA DE INFORMÁTICA

    (A Mari, nuestra profesora)
                                       
En la pantalla tenía
el escritorio abierto;
y en sus mejillas rosadas
sus ojos negros;
no veíamos los iconos
ninguno creo;
sin embargo veíamos
su esbelto cuerpo;
como niños hablamos
en el colegio;
y con voz firme dice:
“¡Esto es muy serio!”
¿Cuánto duró el regaño?
No lo sabemos.
Solo sabemos que nos volvimos
todos a un tiempo,
y nuestras miradas se hallaron, todas,
frente a sus ojos negros;
y, de repente, todo el colegio
quedó en silencio.

(De mi libro "Como salen del Alma")

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