martes, 19 de enero de 2016


GLOSAS DEL ALHAMA


Apacibles ruiseñores:

quedó la huerta callada,

por mi ventana entran flores,

pero yo no veo a mi amada.


Amapola sonrosada

de este valle del Alhama:

si no estás enamorada

quieres ser mi linda amada?


Por ababol eres llamada,

siendo tan pura y callada,

¿por qué quieres ser amada

si no estás enamorada?


Amapola del Alhama

no tienes canto sonoro,

pero tu color me calma

más que las joyas y el oro.


Cuando al amanecer el día

y al despertar de la siesta,

las picazas hacen fiesta

con chácharas y gritería.


Duerme bien con rojo clavel

y jazmín ponte en las sienes;

que el cardo es solo desdenes

y solo da furia el laurel.

Del espliego su dulce miel,

jugo el de la naranjada,

del higo la mermelada

y de la cera el aguamiel.


Grita al sordo, seña al mudo,

al servicial y al palurdo.

No temas al desgraciado,

si al estallar una estrella

logras atrapar la huella

de tu afán afortunado.


En la higuera frondosa

bajo su sombra en mantilla;

crece la flor más sencilla

y la perfumada rosa;

liba allí la mariposa,

y gorgoritea el ruiseñor.

Aunque prefiero tu amor,

de quien un tanto se aleja;

copa en que yace la queja

del Valle del ruiseñor.



Logroño, 19 de enero de 2016









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