miércoles, 24 de enero de 2018

ALBORADA

Amanece en Inestrillas sobre la que el viejo cabalga en las aguas, aguas puras, que hablan en un idioma que lo dice todo, con corrientes aveces calmas y sedosas, otras encendidas por el nervio que el río lleva a su paso, amanece despertando los sueños del tiempo de un encuentro, el del ser humano.

Así es todo, un minuto en el corto tiempo de la inmensidad del tiempo, este es el pequeño aliado que nos dirá luego lo que fue ayer y lo que será mañana. Tiempo sujeto a las manos del carpintero como toda su herramienta diaria y creadora de sueños.

Amanece con el tiempo en la mirada y parte de esa mirada se pierde en el momento que nos dará mucho a cambio de nada.

Estos son los sabores del Valle del Alhama donde el amanecer trae nuevos tiempos y nuevas miradas, porque son nuevas miradas inseparables para todos los hombres de estos agrestes lugares y este es el ciego sabor del poeta que arrastra con su cuerpo la carga mágica del amanecer de la vida.

Amanece en Inestrillas, ¡que no es poco para una aldea que se encuentra desnutrida de seres que fueron el sustento de esta Villa Realenga que también es principio y fin de La Rioja!



Logroño, 22 de enero de 2018

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