A VENUS (oda)

   La primavera ensalzando sus flores,

la brisa agitándose silenciosa,

el canto de la alondra sonorosa

nos ofrecen los templados amores

con sonrisa deliciosa.

   Llega el verano con su seria llama

agosta con su soplo consternado

árboles y jardines, flor y prado.

Todo quema con su ardor, solo el que ama

lo soporta sin cuidado.

   El ambarino otoño brota luego,

de frutas lleno y de lianas ceñido;

la luz titubea, su tesón perdido,

se reduce mientras dobla su fuego

tímido y muy pretendido;

   y en el aciago invierno, cuando truena,

el cierzo rompe ronco y borrascoso,

con tormentosas nieves en reposo

canta el amador y ríe su condena

con el sofoco dichoso.

   Pues así Ricardo sabe del año

las estaciones, si gozarlas quieres

colma a Venus de arrullos y placeres,

recógelos..., que ella sabe tu engaño

y a ser viejo no esperes.

Logroño, 28 de enero de 2018