lunes, 25 de julio de 2011

  DOLORAS

          I
Perdí el amor de una mujer
en la eternidad de los sueños,
donde nacen las alegrías
y mueren los sentimientos.

Querida flor de mis suspiros,
fragancias de amor tú desprendes,
en mi alma nace un alivio
cuando cerca de ti se siente.

Mi pobre corazón sentido
entre lágrimas de amor se mueve,
sobre pétalos de flor dormidos
en la flor que nunca muere.
                                                          (amor perdido)


                         II                      

Hojas que como lágrimas caen
en los bosques de la soledad.
Viento que gruñe y que gime
y a los árboles hace llorar.
Sus ramas se mecen al viento
como hojas en un vendaval
y su cuerpo tiembla de miedo
esperando el golpe final.
                                                  (como lágrimas) 





                   III 
                      

Anochece en mi pueblo, y grandes nubes lo ahogan.
Las luces se ven tristes, tenues, soñolientas,
y la niebla camina por las calles a tientas.

Llega un olor a musgo mojado y verdoso,
serán los hierbajos que hay en el viejo
cequión andrajoso.

Al salir del pueblo al camino me encuentro maltrecho,
solo, acongojado... En lo alto del pueblo
sobre el cementerio, un pino llora en triste silencio.
                                                         (tercetos melancólicos)


                IV                           
                        
Las hojas secas una a una van cayendo
de mi corazón triste, mustio y dolorido.
Ellas que siempre estaban alegres y riendo,
hoy se ven muertas porque el ciclo ha concluido.

Fui un árbol verde, esbelto y de hojas frescas,
orgullo del jardín y de mis huertas,
florecí sin primavera y sin ramas quebradizas
y mi llanto fue un río de hojas secas.

Hoy mi tronco seco no entiende de alegrías
ni hay ruiseñores que cobijar en mis ramas baldías,
floreceré algún día en otras primaveras
y mis ramas hoy yertas me darán nuevas alegrías.
               (elegía, las hojas secas)



           





                  V                  


En el fondo de un espejo
vi latir mi corazón,  
el sendero más oculto
de la muerte y la pasión.

Las flores de la tristeza
que adornan mi corazón,
en letras están escritas
y adornan mi panteón.

Luz sois entre los sueños
gloria y recuerdos de amor,
viviendo entre las sombras
muriendo con la razón.

Castigo será del alma
y profunda desolación,
bajo un cielo sin estrellas
caminaba triste yo.
                      (vi latir mi corazón)



  

               VI

La he visto entre las flores
como rosa candorosa,
en un espacio de tiempo
entre luces misteriosas.

La he visto bajo los árboles
que al amor invocan,
junto a un hermoso lago
entre cisnes y pétalos de rosas.

Y sentí que entre los sueños
que en mi memoria había,
un cielo lleno de estrellas
junto a ella resplandecía.

Y había entre las estrellas
destellos de fuego y oro,
y dormida entre las flores
estabas tú cual un tesoro.
         he visto entre las flores)



                   VII

Amada flor de mi valle,
que desprendes fragancias de amor,
a mi alma en suspiros la envuelves
cuando siente tus caricias y la invade
el espacio dormido de tu corazón.
Si detrás de mi vida callada y ausente
por tu amor yo perdí la razón,
después de un suspiro profundo
volveré a sentir el amor.
                                                       (amada mía)


               VIII

Fueron momentos tan dulces
de nuestro idílico amor,
que envolvieron su fragancia 
entre pétalos de flor.

Crisol de los sentimientos
de lágrimas de un desamor,
las penas de un recuerdo
del misterio del amor.
                  (dulces momentos)


                      IX

Como la sonrisa de un niño,
como el cielo al despertar,
como un hermoso recuerdo,
como una caricia de amor,
como un sentimiento hace llorar...
Así me acuerdo de ti.
                               (recuerdos)






                   X        

Árboles ausentes y perdidos
mecidos por el viento sois,
rompéis los oscuros silencios
quebrando en la noche el amor.

Con aplomo frío y turbado
llorando ante una emoción,
soñarás entre alegres canciones
y volverás a creer en el amor.

Nefasta será la andadura
de ese oscuro y largo callejón,
donde nacen entre las sombras
los recuerdos de un gran amor.

Y más allá del pensamiento
por caminos de la oscuridad,
sentirás brotar el recuerdo
y sin querer te pondrás a llorar.
                  (amores perdidos) 



                XI

La luz del sol ya se hacía
en radiante y feliz alborada,
como una esperanza nacía
penetrando en mi morada.

Mas ausente y casi perdida
caminaba con gran emoción,
iba errante sobre la vida
soñando con una ilusión.

Y viví con mi alma dolida
bajo la llama de una falso amor,
y una lágrima quedó prendida
en lo más profundo de mi corazón.
              viví con mi alma dolida)



                   XII

Entre rayos de luz te vi
y vibró mi corazón,
al escuchar tus palabras
te entregué todo mi amor.

Al cabo de muchas horas
pasados alegres momentos,
una música sonaba
rompiendo mis pensamientos.

Buscando entre las sombras
de la noche de los tiempos,
en un lugar sepultados
estaban mis sentimientos.

Amantes y en penumbra
entre el amor y el silencio,
nos quisimos fuertemente
mas allá del pensamiento.
                     (y vibró mi corazón)



               XIII

Querida y hermosa dama
del dorado sol de enero,
tu mirada es transparencia
de la más exquisita esencia
de los océanos del sueño.

Vuestra ausencia es el silencio
con pensamiento profundo,
con un hermoso deseo
que evoca a la tristeza
y a tu imagen hace verso.

Oiré a mi alma sola,
cual ardiente poesía
de palabras de otros tiempos,
y en el espacio del sueño
escucharé tus lamentos.

Querida y hermosa dama
del dorado sol de enero,
eres el dulce reflejo
que me hace prisionero
en la oscuridad del sueño.
                                                      (querida dama)



                XIV

                Algo mágico hay en tus ojos
como un hermoso resplandecer,
llenó de luz todo mi entorno
y comenzó a amanecer.

Hermosas serán las tardes
y hermoso el anochecer,
y no habrá otros momentos
más dichosos del querer.

Y como es Dios quien nos inspira
en el amor y en el querer,
suspirarán también las flores
como la luz al amanecer;

y sus pétalos serán semillas
que caerán sin saber porqué,
y el tiempo traerá los frutos
del pasado que se fue.
                (algo mágico hay en ti)





                    XV


Llegaste tarde, amor;
al menos tráeme paz;
ya que tanto has tardado,
llena al menos mi soledad.

Sin buscarte te he encontrado  
mi amor, que vale más:
lo que tú vas a decirme
o lo que yo no diré ya...

Amor, ya llegas tarde,
no me viste ayer en el trigal...,
pasaste de largo y yo te dije:
Amor, no me hagas más llorar.
                                 (amor tardío)


                      XVI
             

Soy un viajero que quiere partir,
quítenme las cadenas para poder volar.
Soy un alma impaciente por ir,
soy un alma que contigo quiere marchar.

                 
Soy un alma muerta que ya no existe,
tú no puedes venir por que ya no estás,
a lo mejor puedes venir si algo existe...
pero olvidar nuestro amor no lo olvidaré jamás.
                                                                                      (impaciencia)






                   XVII    

Bien cerrada estaba la puerta;
¿cómo y por dónde tu entraste?
¿Tú eres el ladrón que paredes saltaste
y entraste a mi hogar y a mi huerta?.

Los años me dan la razón,
mucho de ti me han hablado;
deja mi amor y mi corazón
recluido en su rincón
soñando cuánto ha amado.
¿No ves su hermoso vergel
qué hermosas flores produce?
Su aroma a él nos conduce;
¿qué pensabas ver en él?

Tu forma de hablar representa
que tú no me has conocido,
pues estás tan descontenta
que tu amor en mí nunca ha prendido.

Bien tengo ya en el olvido
tantos daños y tormentos;
mi casa ya destruida
manifiesta mil sufrimientos;
deja mi vida cansada
y marcha de este mi huerto.
                    (el amor y la muerte)





                 XVIII
                         
            
Mientras tengáis alegres los corazones
lejos del odio y de la miseria,
mientras oigáis de los pájaros sus sones
cantad vosotros a la vida con alegría.

                       <>


Estaba afligido pensador y meditabundo
me sentía pálido, triste y al tiempo divino;
veía la parte hostil y agria del mundo
pero compartí su carne, su pan y su vino.

                            <>
        

Quise dejar pasar la noche y la cena
pues el vulgo con firme pasión me condena;
soy un soñador español a quien se le llena
de angustias el corazón y sufre su pena.

                 <>


Qué muerte tan escogida,
qué gozo de estar contigo,
la muerte que va conmigo
no volverá a darme vida.

De mi libro Cantos de amor y de Esperanza

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