sábado, 9 de julio de 2011

              EL PASO DE LA VIDA

Yo veo algunas veces de insomnio florecido
que mientras el río canta mi ser está dormido,
y creo en la nostalgia del tiempo ya perdido
que en gigantescos pasos mi tiempo ha consumido.

Un día me sentí joven
y hoy me siento viejo,
un día me sentí padre
y hoy me siento abuelo.

Laberinto en mis edades,
en mis huertos y mis lares,
donde mis jóvenes años
llevaron me a otros lugares.

Llegaron hijos robustos que llenaron mis umbrales,
y el tiempo me hizo abuelo en dulces y tiernas tardes.
Contemplo estas criaturas como un jardín de ababoles
que el viento las bambolea al ritmo de suaves sones.

Me ha costado vivir esta paz tanta amargura...,
que nunca pensé salir del bosque en su espesura.
(Y me da angustia ser feliz cuando sé que la amargura   
vive unida a la miseria más oscura...,)

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